El hombre como virus

El otro día escuché una teoría según la cual a quien más se parece el ser humano no es a los cerdos ni a los hominidos, sino a los virus. Hemos colonizado la Tierra reproduciéndonos exponencialmente y tarde o temprano Ella se va a defender.

Ésto me recordó que los especímenes que antes se reproducen suelen ser los ejemplares más odiosos de la manada. Bromeaba con una concejala sobre cómo crear un partido castrista, no al estilo del de Castro, sino castrista para castrar a ciertos individuos indeseables que amenazan con reproducirse y llenar el planeta de "miniellos", por si no tenemos bastante con un ejemplar defectuoso.

Quizás el calentamiento global no sea más que un ataque de fiebre, como cuando nos sube la temperatura para luchar contra nuestros invasores particulares. Quizás dentro de varios cientos de años la Tierra se cure y no seamos más que un mal recuerdo.

Logomaquias

Los telediarios ahora llaman a las noticias "historias" (lo escuché ayer en el telediario de la 2, "mañana volveremos con más historias"). No sé si tratan de quitarle importancia a las noticias o elevarlas a la categoría de guiones de cine, que viene a ser lo mismo.

Nos dijeron que los precios suben porque subió el petróleo. Ahora los transportistas van a la huelga ¿quién se beneficiaba entonces de esa subida de precios? Nos dieron una versión alternativa: los chinos están sumándose a la fea costumbre de comer, pero también habían dicho que hay excedentes suficientes como para acabar con el hambre en el mundo. Se suma la crisis inmobiliaria, las hipotecas de EEUU y el vuelo de una mariposa en Katmandú.

Ahora nos debatimos entre desaceleraciones y crisis, entre miembros y miembras, entre aguirres y gallardones. Es el signo de nuestro tiempo, quedarnos en la superficie, en la forma y no en el fondo, en zarandajas. Y mientras estemos entretenidos con este circo no les daremos mucha afrenta.

El ministro peruano de exteriores recomienda no ver la última parte de Indiana Jones

Lo cierto es que no me llama la atención la saga de Indiana Jones, quizás porque nunca he encontrado atractivo a Harrison Ford. Más bien le tengo cierta manía, como a la mayoría de galanes de manual tipo Richard Gere y compañía (que hacen del abrigo su atuendo indispensable). Qué le voy a hacer, la vida me hizo así, o igual me he inventado yo.

El caso es que en la última entrega de la peli sitúan Nazca en la región de Cuzco, Indiana Jones afirma haber aprendido quechua en Méjico y los habitantes de Nazca visten ropas del altiplano. Toma Moreno!

El ministro de exteriores recomienda no ver la película, a la vez que se lo toma con humor y dice que lo de Troya fue peor (la película de Brad Pitt). Ya nos tienen acostumbrados los de Hollywood a este tipo de indigestiones. Bobalización en toda regla.

Mejor ahorrar el dinero de la entrada y meterlo en la hucha para un futuro viaje a ................ (Rellena la línea de puntos).