25.6.09

Usura, ticketmaster y rock & roll



Sabido es que hoy en día los artistas ya no viven de vender discos. Les toca salir a la carretera si quieren mantener su estatus de vida o hacer fortuna. Todo esto "gracias a" o "por culpa de" internet (que cada uno lo vea como quiera).
Es fácil adivinar hacia dónde han reptado los usureros de la industria, esa misma especie de directivos que han perpetrado la actual situación económica en otros sectores. Se les adivina detrás de la organización de macroconciertos, véase el caso de ticketmaster. Hoy han sacado a la venta más entradas para el concierto de U2, el del día 30 de junio en el Camp Nou. Sí, esas entradas que estaban agotadas, por arte de magia se han desagotado y están coleando más que nunca. También ayer sacaron a la venta más tickets para los shows de Michael Jackson en el O2. Y más de los mismo ocurrió hace 2 años con los conciertos de Prince en el O2.

La táctica es simple. Supuestamente (como diría la Zaldívar), a las pocas horas (el número de horas varía según un logaritmo secreto en el que la expectación del público del artista en cuestión juega un papel importante) de poner las entradas a la venta, anuncian a todo el que les quiera oir (y a todos los medios de comunicación que se quieran hacer eco) que los tickets se han agotado en tiempo récord. ¡Horror! el siguiente paso es que miles de seguidores que llevan soñando con ese momento durante años se queden catatónicos ante el ordenador mirando un bonito gif circular que no les lleva a ninguna parte. Y todo porque en teoría las entradas se han agotado. Me pregunto si eso no es publicidad engañosa.

Eso sí, si entras en viagogo (filial de ticketmaster) puedes comprar casi cualquier entrada que quieras pagando el doble o el triple de su precio original. Sí, las mismas entradas vendidas por los mismos pero a precios muy diferentes. Ante esta situación los seguidores se lanzan a comprar entradas vip, porque les cuestan prácticamente lo mismo que las normales vendidas en viagogo, o aceptan cualquier entrada que les suelte ticketmaster, aunque esté a años luz del escenario.
Supuestamente (como diría Karmele), según se acerca la fecha del concierto, si no han conseguido vender esas entradas a través de viagogo por el doble o el triple, las sueltan en ticketmaster para que los seguidores se lancen sobre ellas como buitres carroñeros.

Lleno asegurado, éxito asegurado. Mosqueo de espectadores garantizado. Pero el tiempo todo lo pone en su sitio, y algún día los músicos se cansarán de tanta organización regulera y empezarán a gestionar ellos mismos sus propios espectáculos, como ya empiezan a gestionar ahora la distribución de sus obras. Así sea.

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