11.5.09

Subconscientes dentados



No sé si será la postura que se adopta durante el ritual, encorvada como la de las especies anteriores al homo sapiens; o quizás sea que al inclinarnos la sangre fluye más hacia alguna parte concreta del cerebro, pero al lavarnos los dientes afloran pensamientos adormecidos durante el resto del día.

En mi caso me relajo tanto que a veces sólo me devuelve a la realidad el fluir poco ecológico del agua del grifo o algún mal movimiento de brazo.

Lo mío no es lo más grave, he visto a gente que, cepillo y flúor en boca, canturrean melodías ya escuchadas en la prehistoria, o emiten sonidos atávicos que sólo descifraría un cavernícola. Por algún extraño motivo el cepillado dental nos conecta con partes de nuestro subconsciente o de vidas anteriores.

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